19 de agosto de 2013

segirá siendo tuyo, solo le haremos unas reformas...

Un poco de humor ante tanta incertidumbre y ante un panorama que se torna complicado en su esencia y en su espíritu, ante los actos de un estado sin pueblo.
Ante el deplorable actuar de los que deberían defender y guardar cuidado por los beneficios de los suyos... apátridas insolentes!!!





5 de agosto de 2013

Salinas: La Mafia detrás del Águila

En múltiples ocasiones se ha hecho evidente el comportamiento típico de un cartel organizado por parte de las agrupaciones Priistas, y por otro lado Denise Dresser daba cuenta de las similitudes de la Familia (Biológica y política) de los Salinas con una Mafia al mero estilo de las Mafias Italianas pero a diferencia de aquellas, estas nacieron dentro de la estructura de gobierno y dentro de los cimientos que dirigen el rumbo del país.

En esta ocasión damos cuenta de los alcances y complejas maniobras que se tejen para lograr eludir la justicia, modelar las leyes, distorsionar las realidades para lograr sus objetivos y salir lo mejor librados.
                      --------------------------------------------------*--------------------------------------------------
la mafia salinas celebra la impunidad en méxico, un país pisoteado por ellos

Por: Ana Paula de la Torre para pijamasurf.com el 31/07/2013


A pesar de ostentar fortunas que hasta hoy Raúl Salinas de Gortari no ha sido capaz de justificar, la justicia mexicana absuelve, ridículamente, a este personaje de crímenes que ante los ojos de los mexicanos siguen vigentes y dolorosos.



El pasado de Raúl Salinas de Gortari, hermano del ex presidente de México, Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), está plagado de irregularidades, además de haber protagonizado lamentables y vergonzosos capítulos en la historia de México. Entre otras, cuando este fue Director General de Liconsa –organismo que distribuye leche en polvo para comunidades con desnutrición–, adquirió junto con el Director General de la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Consaupo), José Ernesto Costemalle, 45 mil toneladas de leche contaminada de radiación nuclear, provenientes de la compañía irlandesa Irish Dairy Borrad, luego de la explosión de Chernobill.

Respecto a este tema, el vicealmirante Manuel Rodríguez Gordillo, de la tercera Zona Naval de Veracruz, al observar que sus soldados enfermaban después de consumir la leche de Conasupo, llevó muestras al laboratorio de Laguna Verde, donde se detectó la contaminación nuclear. Esto provocó cáncer de tiroides y afectaciones a bebés y mujeres embarazadas, un crimen que hasta la fecha sigue impune.


Múltiples absoluciones

Desde 1994 Raúl Salinas de Gortari enfrentó los cargos por el asesinato de su ex cuñado y ex gobernador de Guerrero, José Francisco Ruiz Masseiu. En 1999 fue declarado culpable y sentenciado a 50 años de prisión por ser considerado el autor intelectual del homicidio, pero posteriormente en el 2005, fue declarado inocente por los magistrados José Nieves Luna Castro, Adalid Ambriz Landa y Manuel Baraibar Constantino.

En 1994 su esposa, Paulina Castañón, fue detenida en Suiza cuando intentaba retirar dinero de diversas cuentas bancarias, esta detención derivó en la detección de una fortuna de más de 160 millones de dólares, mismos que el gobierno suizo congeló. Salinas fue acusado de lavado de dinero por esta cantidad, producto del narcotráfico, pero posteriormente fue declarado inocente, aunque jamás pudo justificar de dónde provenían los recursos.

En 1996 enfrentó otra denuncia por la muerte del diputado Manuel Muñoz Rochal, acusación que también sería disuelta por supuesta faltas de pruebas. En el 2005, Raúl Salinas de Gortari obtuvo su libertad después de permanecer diez años preso, y sus cuentas bancarias de Suiza fueron descongeladas.


Curiosamente cuando salió de la cárcel acudió al noticiero de la empresa Televisa –la televisora más grande del país–, para agradecer al conductor Joaquín López Dóriga por un reportaje que aportó pruebas para su liberación, pues en el trabajo periodístico fue exhibido el caso de Fernando Rodríguez a quien supuestamente le pagaron 50 mil dólares para que declarara en contra de Raúl Salinas.


La última absolución

Después de 16 años de litigio, el día de hoy se determinó que Raúl Salinas de Gortari no es culpable de enriquecimiento ilícito –a pesar de contar con 41 propiedades alrededor del país, cuyo origen no pudo justificar cuando era servidor de Conasupo. Por lo anterior, le serán devueltos 24 inmuebles. Por si fuera poco, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), deberá descongelar seis cuentas bancarias e igual número de cuentas de cheques a su nombre. Hoy, aún sigue sin justificarse el origen de su fortuna y los cargos fueron absueltos.


La llegada de Peña Nieto: la culminación de la fiesta para los Salinas

Hace algunos meses, en la celebración de la boda del hijo del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, este se mostraba sonriente. El evento fue calificado en las revistas sociales como la “boda del año”.  Y aunque en su momento, cuando fue detenido su hermano Raúl Salinas de Gortari, Carlos se auto-exilió en Irlanda-, ambos hermanos hoy los dos viven en México, celebran ‘la vida’ y disfrutan de sus cuentas bancarias.



Con la llegada de Enrique Peña Nieto a la presidencia –conocido como el “bebesaurio”, por su afinidad a los más antiguos, poderosos y cuestionables miembros del Partido Revolucionario Institucional (PRI)-, diversos críticos advertían buenos tiempos para la familia Salinas. Y a juzgar por la reciente noticia, parece que no se equivocaban.

A pesar de que ninguno de los crímenes por los que fue increpado Raúl Salinas ha sido esclarecido, y que su fortuna rebasan cualquier cálculo sustentado en posibles operaciones lícitas, la justicia mexicana vuelve a privilegiar la impunidad –incluso a pesar de que la exoneración se percibe como una ofensa masiva, y que sin duda en algo repercuitrá a la imagen del actual gobierno y a su lucha por legitimarse.

Hace unas semanas, la revista digital Sin Embargo, publicó el reportaje  “La Otra Vida Social de los Salinas”, una pequeña muestra de cómo vivía la familia de Raúl Salinas cuando su hermano gobernaba. Viajes a Zimbabue y Tanzania para cazar leones, búfalos y elefantes, transportándose en el avión presidencial, y protegidos con miembros del Estado Mayor, son solo algunos de los excesos reclutados en este trabajo periodístico.

El cinismo con que estos personajes de la política llevan su vida personal es una muestra de la misma desfachatez con que opera nuestra justicia, la cual no responde a las más básicas de sus obligaciones, dificultando que las generaciones actuales tengan razones para creer en su país.

En fin, mientras la familia Salinas celebra, los mexicanos nos sumergimos, una vez más, en la vergüenza.

Twitter del autor: @anapauladelatd

Fuente

Retomando el articulo "Ser un Salinas"

“Ser un Salinas”, artículo de Denise Dresser

Ser un Salinas "entraña la experiencia aterradora de asomarse a la cloaca de un clan. De presenciar las actividades de personas esencialmente amorales". Implica vivir al frente de un imperio subterráneo que empieza con los empresarios, abarca a los medios, incluye a sectores del PRI, toca a Los Pinos y termina en los tribunales, que se lavan, y le lavan las manos a Raúl, dice la autora.


Fonto: http://antenasanluis.mx



A continuación el texto de Denise Dresser publicado esta mañana en el periódico Reforma:

“Ser un Salinas”

 Por Denise Dresser

Reforma, lunes 5 de agosto, 2013

Ser un Salinas -Raúl, Carlos, Adriana- implica formar parte de un enjambre de dramas, asesinatos, violencia, corrupción, mentiras, traiciones, amantes, cuentas ocultas, pasaportes falsos, la búsqueda del poder y el precio que se paga por conseguirlo. Ésas son las historias que acompañan a la familia Salinas por dondequiera que va. Ésas son las palabras que la definen. Una familia que parece que logra exoneraciones, perdones, reinserciones en la vida social del país como si nada hubiera pasado. Una familia que muestra cómo ha funcionado la política en el país y la podredumbre de ese funcionamiento. Una pequeña mafia mexicana. Allí en el sótano, allí en el subsuelo, allí operando en las sombras y con jueces a su lado, como el juez 13 de Procesos Penales Federales del DF.

Ser un Salinas es ser un arquetipo. Representan algo más que a sí mismos. Plasman la forma en que la clase política se ha comportado y quiere seguirse comportando. De manera sórdida. De manera torcida. Con amantes en México y cuentas en Suiza; con partidas secretas y testigos ejecutados; con millones acumulados y juicios que ganan en circunstancias cuestionables. Rodeados de fiscales que se suicidan, países que los investigan, colaboradores que desaparecen, cargos que no se pueden comprobar. Al margen de la ley, al margen del interés público.

Ser un Salinas entraña la experiencia aterradora de asomarse a la cloaca de un clan. De presenciar las actividades de personas esencialmente amorales. De contemplar la vida que viven, los abusos que cometen, las mentiras que dicen, en vivo y a todo color. Presidida por Carlos Salinas de Gortari. Ahora de vuelta e intentando influenciar la política nacional. Y tan lo logra que obtiene la absolución de su hermano Raúl por el delito de enriquecimiento ilícito a pesar de todas las cuentas con nombres apócrifos y la conversación grabada entre Raúl y Adriana -desde la cárcel- en la cual sugieren que Carlos, el entonces Presidente, orquestó todo. Ser un Salinas implica vivir al frente de un imperio subterráneo que empieza con la clase empresarial, abarca a los medios, constriñe la conducta de muchos periodistas, incluye a sectores del PRI, toca a Los Pinos y termina en los tribunales, que se lavan, y le lavan las manos a Raúl.

Ser un Salinas implica vivir en el esfuerzo cotidiano de limpiar el apellido ensombrecido. Ganar legitimidad social para la familia. Ser admirado, buscado, reconocido, aunque partes del imperio salinista estuvieran construidas sobre los cimientos de la corrupción. Una corrupción facilitada por empresarios, avalada por amigos, ignorada por tecnócratas, permitida por las autoridades, exonerada por los jueces. Año tras año. Cuenta tras cuenta. Millón tras millón. Inmueble tras inmueble. Una corrupción fácil de tapar y difícil de comprobar, como lo argumentaron durante años los fiscales suizos que se ocuparon del caso.

Pese a la indagación -y la farsa de la PGR que “apela la resolución”- hay algo inocultable. Eso que queda, eso que permanece. Lo que huele mal de 48 cuentas congeladas a lo largo del sistema financiero suizo. Lo que huele mal de compañías fantasma en las islas Caimán. Las transferencias multimillonarias de bancos en México, Estados Unidos, Luxemburgo, Alemania y Francia. Las acusaciones de lavado de dinero. El total de 130 millones de dólares. Acumulados por una persona que siempre fue un funcionario menor, un bon vivant. Que cuando conoció a María Bernal, su amante, le dijo que era multimillonario, con la suerte de ser “el hermano del Presidente”.

Ser un Salinas le permitió a Raúl incorporar un “fondo de inversión” fuera de México, le permitió recibir y enviar transferencias secretas de empresarios que compraron concesiones públicas, le permitió acumular pasaportes falsos, le permitió ser “el señor diez por ciento” por las comisiones que cobraba, le permitió mentir una y otra vez. Esa suerte que el sistema político le provee a quienes están cerca del poder. Ser un Salinas es la personificación de lo peor del PRI y cómo gobierna, ni más ni menos. La avaricia incontenible y la irresponsabilidad rampante. Sentir que los recursos del país eran suyos y podía hacer lo que lo quisiera con ellos. Allí fotografiado en un yate con su amante sobre las piernas. Allí con su casa en Acapulco y su chalet en Aspen y sus caballos en El Encanto.

Ser un Salinas implicó apropiarse de recursos que pertenecían -directa o indirectamente- al pueblo de México. El crimen, actualmente “absuelto”, fue utilizar su posición privilegiada para hacer negocios tras bambalinas, a oscuras, sin firmas, sin contratos, con sólo un apretón de manos. Negociar acuerdos y facilitar franquicias y canalizar recursos y transferirlos de cuenta en cuenta. A espaldas de la población. De la mano de leyes que lo permitieron porque para eso fueron creadas. Y por eso en México el enriquecimiento ilícito ha sido un delito “no grave”. Y por eso en México, el trato hacia los poderosos ha sido siempre reverencial. Y por eso la familia Salinas se ha salido y se sigue saliendo con la suya.


Foto: Quien.com
Fuente

Últimas Entradas