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| Foto editada de la web Haciendo justicia a la historia: Aunque la estatua de la libertad sea francesa, podría bien ser de piel negra, roja o amarilla. |
Hemos visto como en Estados Unidos se han recrudecido las acciones en cuanto a los migrantes en general y en cuanto a los niños migrantes de forma específica se abre el debate.
Sobre USA solo puedo decir que son víctima de su propio mal y lamentablemente pagan los latinoamericanos y los de otros lados del mundo que llegan a esas tierras. Que por cierto cabe destacar la paradoja de que aquellos que criminalizan a los migrantes, son o vienen irremediablemente de migrantes. Incluso los latinos somos más de este continente que muchos de los que criminalizan a los que viajan al norte buscando precisamente lo que ellos o sus padres buscaron alguna vez. Pero en fin no todas las conciencias evolucionan igual.
Sobre México, Este país tan hermoso, con tanta diversidad y con tanta cultura y lleno de esa cordialidad que nos distingue. Está a merced de aquellos que siguen, copian, imitan y se alinean a lo que hacen nuestros vecinos del norte por creer que es lo mejor.
Ahora quiera copiar la paranoica solución de aprovecharse de nuestros vecinos latino cuando andan por aquí. Como si fuera poca la opresión por parte de la policía de Inmigración, los “polleros” y los criminales, ahora el gobierno se apunta a criminalizarlos y etiquetarlos. Como si esa fuera la solución al problema de la migración. Como si los migrantes vinieran por gusto, como si tuvieran opción al tormento que viven en sus lugares de origen.
¿No estaría mejor acogerlos como humanos ellos y… nosotros?
Sería bueno… ¿Y si empiezan por dejar de imponer políticas de “amigos” y empezar a gastar nuestros impuestos para mejorar las condiciones humanas del país?
Sería bueno, digo yo: ¿Han pensado, en ser una alternativa mejorada para que incluso ellos deseen quedarse aquí?
¿Porque en ves, de exprimir a los migrantes y a las remesas, exigimos mejores condiciones para todos los que pisamos esta fértil tierra?
Ojala que los títeres de estas políticas encuentren las tijeras para cortar sus ataduras a tiempo, y no reaccionen cuando descubramos que solo nos volvimos una extensión de la bestia y seamos la contaminación de esa Latinoamérica que se niega a morir.
¿Qué chiste tiene el sueño americano cuando se convierte en pesadilla de los otros? Incluso cuando los otros son más americanos que nosotros y nuestros sueños guajiros…
Saludos.
Las políticas migratorias que intentan imponer en México, son absurdas en un escenario donde igualmente exigimos trato justo, respetuoso y amable con nuestro paisanos que andan fuera del país.
Ignorando el derecho de libre movimiento del artículo 13º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el articulo 11 de las garantías individuales.
